sábado, 18 de julio de 2009

LINDURA TOXICA.. nos cuenta Elizabeth Hilts...

Antes de entrar en contacto con mi Cabrona Interior, sufría de lindura tóxica crónica. En especial en lo relacionado con los hombres. Mi vida romántica era un desastre. Después de dos divorcios, innumerables romances (algunos de los cuales fueron toalmente vergonzosos, otros fueron... agradables es lo mejor que puedo decir de ellos), y situaciones secas que hasrían que el desierto del Sahara pareciera el Creciente Fértil, tuve una revelación sobre los romances y yo. Yo era una tonta. Una completa tonta que se comportaba como un tapete a la menor muestra de interés de un hombre.

Mi momneto de cambio llegó cuando aquel chico guapo me dejó plantada. Dos veces. En ese momento me di cuehnta de que no sólo estaba tolerando que los hombres me trataran mal, sino que los estaba invitando a hacerlo y sabía que tenía que cambiar. Ya no más sonrisas resplandecientes cuando el macho sentado al otrolado de la mesa hiciera pronunciamientos absurdos y comentarios indignantees. No volver a tolerar conductas de niñito que eran en realidad conductas groseras. No más noches en vela preguntándome qué había hecho mal cuando todo lo que había hecho era hacer valer mis derechos. No más decir "sí" cuando quería decir "no".

Todo eso se había acabado. Y aunque no sucedió de inmediato, no había pasado mucho tiempo cuando conecté con el Paquete Completo.

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